Por Germán Oestmann, Rector UNCAUS
Existe un deseo profundo y emotivo en el corazón de los argentinos a la hora de pensar en la construcción de un modelo de país que logre incluirnos a todos, sin diferencias ni sectarismos de ninguna naturaleza. Esta loable tarea no ha estado exenta de dificultades y divergencias que en varias ocasiones han dejado a los argentinos sumidos en mares de enfrentamientos estériles y superficiales que en nada contribuyen al destino de unión y grandeza que debe esperarnos como pueblo.
Sin embargo , en ese torbellino de diferencias abismales que en infinidad de ocasiones surcan el cielo de nuestra amada república, podemos encontrar algunos símbolos, gestas y hechos históricos que no admiten discusiones respecto a pertenencias partidarias e ideológicas. La trascendencia de los mismos se explica por la forma en que logran unir voluntades dispersas para avanzar en expresiones contundentes de reivindicación y en el ejercicio de la memoria colectiva.
Es aquí donde surge con toda la fuerza la causa Malvinas , ya que su sola mención representa para todos nosotros la referencia ineludible hacia una bandera irrenunciable de soberanía y amor por nuestra nación. Por estas razones , el reconocimiento perpetuo y la reivindicación eterna hacia la templanza y el heroísmo de nuestros ex combatientes constituye un mandato sagrado que se debe practicar plenamente en los ámbitos culturales, educativos y políticos. Debemos luchar incansablemente contra la colonización pedagógica y los procesos desmalvinizadores que impiden que nuestros jóvenes conozcan con precisión cada uno de los fundamentos jurídicos e históricos que sostienen nuestra legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur , Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares como parte fundamental de nuestro territorio nacional.
Creemos fundamental destacar que las Islas Malvinas se encuentran situadas en el Mar Argentino a unos 600 km, aproximadamente, de la costa patagónica, presentando una superficie de 11.718 km 2 , componiéndose de dos islas principales , Soledad y Gran Malvina junto a más de 200 islotes pequeños. A partir del año 1765 fueron ocupadas por las autoridades españolas del Virreinato del Río de la Plata, luego de algunos hechos diplomáticos y militares entre Francia, España y Gran Bretaña.
En la década de 1820 las autoridades argentinas con asiento en Buenos Aires tomaron posesión de las islas empleando el mismo principio que constituyó la Nación Argentina e incluso nombrando Gobernador a Luis Vernet el 10 de junio de 1829. Esta situación fue totalmente quebrantada el 3 de enero de 1833 de parte del Reino Unido , quién ocupó ilegalmente las islas y expulsó a las autoridades argentinas impidiendo su regreso como así también la radicación de argentinos provenientes del territorio continental.
A partir de esa fecha, la Argentina ha hecho sentir su voz en todos los foros e instancias internacionales logrando inclusive que las Naciones Unidas califiquen la situación como un caso de descolonización en la que existe una disputa de soberanía en la cual no resulta aplicable bajo ningún punto de vista el principio de libre determinación de los pueblos. En este sentido, a 42 años del desembarco de nuestros soldados en Malvinas,abrigamos un profundo y sincero convencimiento para que a través del recuerdo de esta gesta podamos seguir fortaleciendo nuestra identidad como pueblo y como nación, por lo que el reconocimiento y la reparación histórica a nuestros ex combatientes junto al mantenimiento perpetuo de la llama que representa para la historia la ofrenda realizada por los 649 héroes, debe unirnos y hermanarnos en el mismo grito y la misma fe.
No debemos olvidar que la Constitución Nacional, en su reforma vigente desde el año 1994, expresa en su Disposición Transitoria Primera que la “Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes , por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía , respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.” Estas palabras profesan nuestra fe en el credo republicano y democrático.
Desde la Universidad Nacional del Chaco Austral la agenda Malvinas y el recuerdo permanente de la gesta llevada adelante por nuestros ex combatientes se encuentra presente en nuestros claustros y en nuestros corazones. Teniendo en cuenta este espíritu, rechazamos cualquier intento desmalvinizador proveniente de los sectores de poder y de todos aquellos que cultivan la amnesia colectiva al destacar y encumbrar a personajes históricos nefastos que fueron absolutamente responsables de esta locura militarista que, independientemente de los loables fines de recuperación de nuestras amadas islas, sólo pretendía mantener en el poder a una dictadura aberrante y asesina.
Nuestras Universidades deben actuar como garantes de la Justicia y la Igualdad para marchar junto a sus jóvenes en la recuperación de la memoria histórica. La difusión de la lucha en la reflexión sobre Malvinas junto al reclamo permanente de soberanía debe unirnos a todos aquellos que cultivamos un celoso amor por la patria.
No debemos dejar de mencionar que el Estado debe seguir defendiendo el interés nacional a través del reconocimiento concreto hacia las necesidades de los ex combatientes y sus familias. A 42 años del conflicto bélico, nuestro compromiso con la gesta de Malvinas se mantiene inalterable. Para honrar nuestro legado y nuestra historia debemos seguir transmitiendo los principios de Soberanía, Dignidad y Libertad que defendieron nuestros héroes y mártires.
Deseamos enormemente que todo el Pueblo Argentino pueda abrazar a Malvinas en los más profundo de su corazón para que en todos los rincones del planeta se escuche con nitidez y convicción. ¡¡¡ Las Malvinas fueron, son y serán para siempre Argentinas!!!