sábado, 30 de diciembre de 2023

Reseña "La Obra de Paulo" de José Ignacio Gómez



"Paulo es un niño y soñador, con una familia feliz. De repente, contrae una grave enfermedad y tiene que afrontar problemas y encrucijadas. Todo lo que era paz y armonía se vuelve caótico y desconocido. Su única salida pareciera ser lo único que no sufre consecuencias con su nueva realidad: el cine."

Seis años después de "El Perro Fiel" y cuatro años después de "Cuando los Aviones vuelen bajo", José Ignacio Gómez regresó con "La Obra de Paulo".

La nueva novela de José Ignacio está plagada de emociones, buenas, malas, de desarrollo de personajes que se describen de maneras interesantes, que nos hace conocer la cara de todos, el cambio en ellos. A pesar de que no pueda ubicarme en un lugar preciso como decirme "General Baigorria" en Buenos Aires, ni en tiempo, como ser año 1999, lo que importa es la historia, Paulo y su familia, su seño de la escuela, sus compañeros y su amigo, el jefe de su madre, el señor de la casa atrás de la escuela, su vecina, el médico; y es entonces cuando se resta la importancia a lo que usualmente se está acostumbrado a leer, como el formato de "Todo comienza en Presidencia de La Plaza, Chaco. Corría el año 1997...", para atraparnos en la vida de un niño cuya historia seguimos desde que está siendo gestado.

Esta novela retrata a un niño que a pesar de su enfermedad, busca que los demás sean felices, vuelvan a retomar sus sueños que se creían olvidados, que por la edad o la creencia de que "ya no da" se puedan llevarlos a cabo; un niño que a pesar de la malicia de otros chicos de su edad, elige sonreír y ser amable, con un corazón lleno de bondad que enternece, enfrentar la adversidad todo el tiempo, continúen con sus sueños y alentar a su entorno, y es donde me lleva a la reflexión: ¿realmente necesitamos que un ser querido esté enfermo para empezar a valorar todo a nuestro alrededor, ser felices y vivir la vida como, al menos, cada uno piensa y cree que hay que ser felices?.

He leído muchas historias a lo largo de mi vida, varias terminan bien, otras no tanto y a pesar de que antes del final, se lea sobre una decisión impactante y más allá de que me habían anunciado, sin spoilers, un final shockeante, "La Obra de Paulo" ha llegado a tocar en mi, fibras que he hablado con muchas personas, la importancia de la amistad, negarse a la compañía o relacionarse con la gente por miedo a ser heridos otra vez, el miedo ante un futuro incierto y del cual muchas veces solo sacamos conjeturas porque nosotros actuaríamos del modo que juzgamos y nos parece más lógico como reacción ante la situación en que decidimos alejarnos o hemos hecho un mundo aparte totalmente en solitario.

Impresiona la cantidad de películas que son nombradas y que no es para menos, ya que Paulo es un cinéfilo completo al que se le suma su médico y ambos crean una conexión a tal punto de que comienzan a criticar juntos las películas en cada visita que el niño hace al pediatra y cada vez que tiene que permanecer en el hospital. La conexión llega a ser tan fuerte que entre ellos se forja una gran amistad.

"La obra de Paulo" habla del miedo, la familia, los duelos, heridas que no cierran, la vida que sigue porque no queda de otra, de dejar ir porque creemos que es lo que hay que hacer y de retener por miedo a la soledad, de alejarse por temor a ser heridos, de creer que el rechazo puede ser peor que una charla y la distancia que se pone entre vos y alguien a quién querés o amás. Como expresó una lectora amiga "Paulo es ese ser de luz que se refleja en muchas personas que llegan a nuestras vidas y nos dejan grandes enseñanzas, son de gran soporto y apoyo. Es admirable que un niño desde los seis años, en esta historia, empuje a su entorno a ser mejores personas, ayudarlos a cambiar y a perseguir aquellos sueños que creían parte del pasado para ser cumplidos, por otro lado a que no se queden solos en la vida.

La importancia principal y que se destaca, es tratar una enfermedad que la padecen uno de cada veinte millones de niños. Una de las llamadas "enfermedades huérfanas" por no tener un medicamento exacto con el cual hacer un tratamiento duradero. Darle voz a aquellos pequeños que luchan en silencio, cuyas familias son afectadas de la misma manera en la que padece la familia del niño. La fortaleza de Paulo al aceptar su enfermedad y una vida distinta, llena de lucha sobre todo, por ver a sus más íntimos ser felices.

"Todavía tiene miedo" es una frase que re repite mucho sin ser escrita varias veces y se aplica a todo en la vida. Algo que no avisa el "guionista" es que hay que tener pañuelos cerca ni que si se está sensible o si es una persona tal, puede ser un golpe duro a medida que avanza la historia.


Recomiendo.