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El asesinato de Brian Romero, ha despertado nuevamente la bronca y la impotencia de los saenzpeñenses hartos de la inseguridad, entre reclamos de más seguridad y las constantes quejas de que las cámaras de vigilancia "no sirven para nada", sale a la luz el hecho que que policía del Chaco cuenta con 8 cámaras de seguridad en la ciudad, pero solo una se encuentra en funcionamiento en un populoso barrio al sur de la ciudad.
Un domo de 360 grados, se hallaría situado en cercanías a la terminal de ómnibus donde el joven penitenciario de 30 años, fue atacado por motochorros, domo que no funciona y cuya filmación podría haber sido de ayuda, ser sumado a las investigaciones y por lo tanto, esclarecer el hecho sin beneficio de la duda.
Este portal ha tomado conocimiento de que se ha solicitado al gobierno provincial, más cámaras de vigilancia y que se reparen las siete que están fuera de servicio, pero la policía no ha recibido respuesta alguna a todas sus solicitudes.
El municipio cuenta con 400 cámaras de seguridad, las cuales el intendente se encarga de remarcar que existen siempre que ocurre un hecho delictivo que sacude a la ciudad o cuando se le consulta por las mismas, pero mientras los trabajadores del reciente edificio inaugurado se dedican a su labor de mirar a través de las mismas en tiempo real, dar parte al 911 les resulta misión imposible, ya que desde el mismo no atiende por lo que solo queda registrar los ilícitos en las memorias de las computadoras para cuando estos sean solicitados por damnificados.
De las manos del municipio escapa lograr poner orden y brindarle seguridad a los ciudadanos cuando no cuenta con el apoyo del gobierno provincial tras varios diálogos y pedidos. De entre dichos, el intendente al no ser el "jefe" que de las directivas para que la policía actúe como la sociedad demanda, nada pueden hacer.
En ocaciones anteriores se ha tomado conocimiento de las solicitudes de móviles policiales nuevos para las comisarías, ya que algunas solo cuentan con un patrullero más el móvil de prevención que tiene el trabajo de recorrer toda la ciudad, ya que, por ejemplo, la comisaría cuarta es la que más barrios tiene a su cargo.
Muchos son los conciudadanos que le reclaman al intendente más seguridad, ya que es quien nos representa a todos, sin saber realmente el trasfondo. En redes sociales el cruce de comentarios son constantes sobre quien tiene la culpa de tanta inseguridad, que el jefe comunal por no pedir más policías y móviles para garantizar la tranquilidad del ciudadano de que podrá salir de su casa, transitar, ir a trabajar, estudiar y volver a su hogar sin que haya sido asaltado o asesinado por pocas pertenencias en los trayectos que suele hacer, que el gobierno provincial quienes son los que realmente tienen que enviar más efectivos policiales y vehículos y no lo hacen, que la policía por no tener móviles disponibles, están dañados y cierto personal policial hacen uso particular de los mismos para sus propios beneficios, que la justicia por la eterna puerta giratoria o la falta de leyes y penas más largas para aquellos que ya cometieron un delito por primera vez, apuntando a la modificación del código penal para que los menores que delinquen o asesinan también paguen por el delito cometido.
Entre que se pasa la pelota unos a otros, una familia hoy está destrozada ante la pérdida de su ser querído que no era habitual a visitar a sus familiares y había llegado a la ciudad con la intención de festejar las bodas de plata de sus padres, un joven penitenciario federal de 30 años, lleno de sueños cuya vida estancaron dos sujetos a los que les importó poco qué hacía, hacia donde se dirigía, ni su nombre, su edad, ni su historia y mucho menos, su vida.
